Érase una vez, en las comarcas de Pepe Bolsón y Jollum...
Un buen día, próximo a la Navidad, Pepe Bolsón decidió que sus habitantes pudieran disfrutar de acceso a Internet desde sus casas. Pepe Bolsón sabía que "el ADSL es un señor feo, pero buena persona" y que no hacía falta disfrazarlo de Clooney. Así pues, Pepe Bolsón pensó sólo en ADSL, hasta 20Mbps, sin teléfono, sin tener que pagar cuota de línea y por 19,50? como precio final para siempre.
Con esta decisión, los habitantes de Pepe Bolsón se iban a ahorrar 180? más 40? de IVA, que son 220? cada año y que podrían utilizar para gastar en Reyes o incluso para ahorrarse el gasto de móvil durante toda la vida.
La buena nueva corrió de boca en boca y de tuit en tuit entre las distintas comarcas. Pepe Bolsón decía cosas que en otras comarcas no se decían. Y lo hacía informando en letra grande a quienes llegaban a la comarca, junto al letrero de Bienvenida. Esto fue muy valorado por habitantes valientes de otras comarcas que decidieron probar y adentrarse en Pepe Bolsón. Así, la pequeña comarca de Pepe Bolsón fue creciendo. Todos los días se sumaban nuevas casas.
Este éxodo llegó a oídas de Jollum que, cuando lo estudió en detalle, se revolvió en su cueva. Él ya sabía que el ADSL es prácticamente el mismo, te lo dé quien te lo dé. Sin embargo, el precio final del ADSL de Pepe Bolsón era mejor que el de Jollum: el ahorro anual de 220? marcaba la diferencia. Bueno, también otras cosas, pero Pepe Bolsón no suele hablar de ellas porque a veces es difícil entenderlas.
Jollum vio entonces con resignación cómo sus habitantes comenzaban a hacer las maletas. ¡Mis vecinos! ¡Los queremos! ¡Los necesitamos!, eran algunas de las frases que rondaban por su cabeza, una y otra vez. Hasta tal punto llegó su enfado que decidió actuar. En cuanto se enteraba de que sacaban la ropa del armario, los llamaba en secreto a su cueva para negociar.
No quería que el resto de los habitantes de Jollum se enteraran: iba a ofrecer más barato el mismo ADSL a unos vecinos que a otros. ¡Estaba dispuesto a ofrecer el descuento de esos 220?! Bastaba con que dijeran que emprendían su viaje a la comarca de Pepe Bolsón para que Jollum, siempre a escondidas y uno a uno, les rebajara el precio.
El problema de Jollum era que sus habitantes se enteraran.
Si esto sucediera, acudirían uno tras otro a pedir el cambio de comarca para que Jollum les llevara a la cueva y les ofreciera quedarse. En ese momento llamarían a Pepe Bolsón para darle las gracias y decirle que ya tienen lo que querían: seguirían en la comarca de Jollum, pero con el precio que realmente éste les está ofreciendo a los que dicen que se quieren mudar. Mitad de precio ¡Sin cambiar de comarca! ¡Magia! Jollum se desesperaría. ¡Sería terrible! ¿Ser igual de justo con todos tus habitantes? ¡Inconcebible! ¡Roma no paga traidores!... Bueno sí, realmente sólo paga traidores... ¡pero que no sean muchos!
Afortunadamente nadie de la comarca de Jollum sabrá esto jamás...
