Consigue la máxima velocidad en tu conexión de fibra óptica

200 Mbps, 300 Mbps, 600 Mbps… hoy en día podemos elegir entre una gran variedad de velocidades de Internet. Cuanto más rápida sea nuestra conexión más rápido cargarán las páginas web y tardaremos menos tiempo en bajar archivos de Internet. Sin embargo, hay veces que, a pesar de contratar una velocidad muy alta, nuestro Internet en casa va lento. No conseguimos aprovechar al máximo la velocidad que hemos contratado. ¿Por qué ocurre? ¿Cómo podemos mejorar la velocidad alcanzada con la fibra óptica?

Aclarando conceptos de nuestro servicio de Internet en casa

Antes de empezar a diagnosticar nuestra conexión a Internet debemos tener claro un concepto: la diferencia entre Mb y MB. Cuando contratamos una conexión de fibra óptica estamos contratando en “megas”, pero el término correcto serían megabits.

1 megabyte (MB) equivale a 8 megabits (Mb).

Los megabits son una unidad muy utilizada a la hora de medir rendimiento, y, por lo tanto, es la unidad manejada para medir la velocidad de Internet. Sin embargo, cuando hablamos de tamaño, normalmente lo hacemos en Megabytes, MB. Y esto lleva a menudo a confusión.

Por ello, debemos tener en cuenta que, cuando contratamos 600 “megas”, estamos contratando una velocidad de 600 Mbps, o lo que es lo mismo, unos 75 MB (megabytes) por segundo (600 Megabits entre 8).

Fibra 600Mb = Fibra 75MB

Cómo podemos saber qué velocidad alcanzamos

Hay dos tipos de velocidad a tener en cuenta. Por un lado, tenemos la “velocidad de conexión a Internet o velocidad contratada”. Esta es la velocidad de fibra que nosotros contratamos con nuestro operador. La velocidad a la que vamos a navegar y a descargar archivos. Y por otro lado tenemos la “velocidad de nuestra red local”. Esta es la velocidad de conexión entre nuestro ordenador, móvil o dispositivo y el router. La velocidad máxima de la red local de los routers domésticos suele ser 1Gbps.

Lo normal es que la velocidad de la red local sea superior a la velocidad contratada, ya que, si ocurre lo contrario, no podríamos aprovecharnos de la velocidad de la fibra óptica.

Mejor te lo explico con un par de ejemplos:

  • Si contratamos 600 megas de fibra óptica, pero nos conectamos al router por Wi-Fi mediante un enlace de 300 megas, la velocidad máxima de Internet que podremos conseguir será 300 megas.
  • Si ocurriera el caso contrario (contratamos 300 megas y nuestra conexión con el router es, por ejemplo, de 1.000 Mbps), entonces podríamos aprovechar al máximo los 300 megas de la fibra, y tendríamos margen para mucho más.

Para saber la velocidad máxima que alcanza nuestro ordenador, lo primero que debemos hacer es desconectar todos los demás ordenadores y dispositivos (móviles, consolas teles, etc.) del router y conectar tan solo un ordenador directamente por cable Ethernet.

El cable Ethernet, siempre que sea de categoría 5E o superior, nos ofrecerá una velocidad de 1 Gbps (1.000 “megas”) en red local. Es decir, los ordenadores, y otros dispositivos conectados por cable ethernet podrían intercambiar datos entre el router y entre ellos a dicha velocidad máxima. Pero eso no significa que vayamos a navegar por Internet a 1000 megas. Si queremos navegar por Internet a esta velocidad debemos contratar un servicio de fibra de 1000 Mbps.

Para conseguir estas velocidades es necesario que en Windows tengamos activada la configuración Full Duplex en la configuración de la tarjeta de red. Esta configuración configura Windows para que sea capaz de enviar y recibir datos al mismo tiempo, sin interrupciones. De esta manera conseguimos mayor rendimiento y podremos aprovechar la velocidad máxima que nos ofrece el cable de red.

La velocidad de la red local tiene que ser superior a la velocidad de la conexión a Internet para poder navegar a dicha velocidad. De lo contrario, solo podríamos navegar a la velocidad máxima de la red local.

Después debemos hacer un test de velocidad para ver realmente qué velocidad de fibra tenemos.

Wi-Fi 2.4 GHz vs 5 GHz

A la hora de conectarnos al Wi-Fi del router seguramente nos encontraremos con dos redes diferentes: una de 2.4 GHz y otra de 5 GHz. ¿A qué red me conecto?

Cada tipo de red tiene sus ventajas e inconvenientes.

La red de 2.4 GHz es una red más antigua, por lo que ofrece mejor compatibilidad con todo tipo de dispositivos, especialmente con los más antiguos. Si tenemos un móvil de hace unos años, por ejemplo, no será compatible con el Wi-Fi de 5 GHz y, por lo tanto, tendremos que conectarlo a esta red. Debemos destacar que el alcance de este Wi-Fi es superior al de la red de 5 GHz, por lo que, si tenemos una casa muy grande, o con muchas paredes, nos llegará mucho mejor esta señal. Sin embargo, entre sus inconvenientes podemos destacar que se trata de una red muy saturada (todos los vecinos la tienen activada) y, probablemente, podamos tener interferencias y problemas de señal. Además, la velocidad máxima de la red de 2.4 GHz es muy inferior a la de la red de 5 GHz.

La red de 5 GHz es mucho más rápida que la red de 2.4 GHz. Este Wi-Fi puede llegar a ofrecer conexiones de red local cercanas a 1 Gbps, casi como una conexión por cable, siempre que los dispositivos receptores estén preparados para ello. Además, es una red mucho menos saturada que la de 2.4 GHz, por lo que vamos a tener muchas menos interferencias a la hora de navegar, lo que se traduce en mayor velocidad y estabilidad. Sin embargo, esta red tiene un problema muy grave, y es que pierde velocidad muy rápido a medida que aumentan la distancia y los obstáculos. A medida que nos alejamos del router, sobre todo si tenemos paredes en medio, la velocidad y la cobertura disminuyen drásticamente. Además, algunos dispositivos antiguos no son compatibles con el Wi-Fi de 5 GHz.

Los routers pueden usar a la vez la red de 2.4 GHz y la red de 5 GHz, por lo tanto, podemos tener ambas redes activas a la vez y usar la que queramos en cada dispositivo. Podemos tener conectados al mismo tiempo algún dispositivo a la red de 2.4 GHz y otros a la de 5 GHz.

Por qué alcanzamos menos velocidad de la contratada

Puede haber varios motivos por los que no conseguir la velocidad de fibra óptica que tenemos contratada. Puede ocurrir que el CTO (caja terminal óptica) de nuestro edificio esté saturado y, por lo tanto, si en algún momento puntual todos estamos haciendo un uso intensivo de la conexión la velocidad pueda caer. Si esperamos unos minutos, todo debería volver a la normalidad.

Sin embargo, la mayoría de los problemas suelen ser internos, de nuestro hogar. Las razones por las que obtenemos menor velocidad de la contratada pueden ser:

  • Router de gama baja
  • Cable de red de baja calidad o dañado.
  • Conectar varios dispositivos a la vez al router que estén usando Internet. (Por ejemplo: el móvil, la televisión, ordenador…)
  • Estar conectados al Wi-Fi a través de la red de 2.4 GHz en vez de usar la red de 5 GHz.
  • Alguno de los ordenadores conectados está descargando un gran volumen de información de Internet, sobre todo de las redes P2P.
  • Uso intensivo del streaming (Netflix, YouTube, etc.)

Otro motivo muy común que suele influir en la velocidad (sobre todo de los móviles y los ordenadores conectados por Wi-Fi) son las interferencias. Hoy en día todos tenemos un router Wi-Fi en casa, con varios dispositivos conectados a él. Las frecuencias Wi-Fi se dividen en canales, por lo tanto, deberíamos buscar un canal lo menos saturado posible que nos permita transmitir sin que las otras redes generen interferencias. Además, la frecuencia de 2.4 GHz es la más saturada. Hoy en día es casi imposible encontrar canales libres dentro de esta red, por lo que se recomienda dar el salto a la red de 5 GHz.

También hay que tener en cuenta que, si tenemos una conexión de 300 Mbps, 5 ordenadores conectados al router y uno de ellos está descargando al 100%, este estará saturando la conexión de fibra óptica, y, por lo tanto, los otros 4 ordenadores no podrán navegar muy rápido.

Igual ocurre si nuestro router es de gama baja y tenemos varios ordenadores y dispositivos conectados a él al mismo tiempo. Aunque entre todos no estemos usando todo el ancho de banda de la conexión de fibra óptica, será el propio router quien no pueda procesar toda la información en tiempo real, actuando como cuello de botella.

Conexión cableada vs Wi-Fi, ¿perdemos velocidad?

El Wi-Fi, desde luego, es la opción más cómoda para conectar cualquier equipo o dispositivo a Internet. Sin embargo, ¿realmente es la mejor? Hoy en día, prácticamente todos los ordenadores nuevos y dispositivos son compatibles con la red de 5 GHz. Utilizando equipos de gama alta podemos conseguir velocidades superiores incluso a las que obtenemos en una red Gigabit Ethernet. Pero la inversión que debemos realizar para conseguir estas velocidades es, a menudo, muy grande. Sin embargo, usando equipos estándar, fácilmente podremos conseguir por Wi-Fi unas velocidades superiores a los 300 Mbps. Siempre y cuando estemos muy cerca del router. La red de 5 GHz pierde mucha velocidad a medida que nos alejamos del router.

Sin embargo, si tenemos un dispositivo conectado con la red de 2.4 GHz, en el mejor de los casos (suponiendo que sea 802.11n) podremos conseguir en torno a 60 Mbps. Para cualquier conexión de fibra óptica actual, la red de 2.4 GHz se quedará corta. ¿Y qué es 802.11n? El Wi-Fi de 2.4 GHz se divide en varios tipos. Por un lado, tenemos el 802.11b, que ya no se usa, que ofrecía una velocidad máxima de 10 Mbps. Como evolución del 802.11b tenemos el 802.11g, el más común y utilizado, que ofrece velocidades de hasta 54 Mbps teóricos. Y, el 802.11n es una evolución del g, que ofrece mejor estabilidad y una velocidad máxima teórica de 72 Mbps, aunque en la práctica suele quedarse en 60 Mbps.

El Wi-Fi 802.11n también puede funcionar a través de la red de 5 GHz, consiguiendo velocidades cercanas a los 100 Mbps. La evolución del 802.11n es el 802.11ac, el más utilizado en el Wi-Fi de 5 GHz y que nos puede ofrecer velocidades superiores a 300 Mbps.

Si queremos ir a lo seguro, lo más estable y lo más barato, es que conectemos los equipos principales (ordenadores, por ejemplo) directamente por cable al router. Cualquier cable, incluso los que suelen venir de regalo con los routers de los operadores, nos permitirán conseguir una velocidad Gigabit Ethernet, 1000 Mbps. Además, el cable es mucho más estable que el Wi-Fi, sobre todo cuando hacemos uso intensivo.

Cómo conseguir mejor velocidad de Internet

Como hemos visto, son muchos los factores que pueden influir en la velocidad de Internet. Y prácticamente todos son responsabilidad nuestra.

Si tenemos el ordenador, la tele o el dispositivo que sea cerca del router, puede que nos merezca la pena conectarlo por cable directamente al router. La conexión por cable nos garantiza la máxima velocidad, además de la mejor estabilidad incluso cuando descargamos, jugamos online o vemos vídeos, series o películas en streaming.

Por el contrario, si queremos confiar en el Wi-Fi, debemos intentar conectarnos siempre a través de la red de 5 GHz, ya que es mucho más rápida que la de 2.4 GHz (siempre y cuando estemos cerca del router y no haya muchas paredes en medio) y nos permitirá aprovechar al máximo la velocidad de la fibra óptica.

También debemos asegurarnos de que nuestro ordenador es relativamente moderno. Si estamos intentando conectarnos a Internet con un ordenador muy viejo, aunque lo conectemos por cable puede que la culpa sea de la propia CPU, que no es capaz de procesar toda la memoria.

Qué tengo que revisar si mi Internet va lento

Si nuestra conexión a Internet va lenta, hay una serie de aspectos que podemos revisar para intentar localizar la causa por la que esto ocurre.

  • Es muy importante tener los sistemas operativos de todos los dispositivos actualizados a las últimas versiones, ya sea Windows o macOS. Esto es extensible a los smartphones
  • También es determinante la antigüedad y calidad del propio dispositivo (a menor antigüedad y mayor calidad mejor conexión)

Comprobaciones básicas.

  • Comprobar cuántos aparatos están conectados al router. Cuantos más aparatos tengamos conectados menos velocidad de Internet tendremos.
  • Comprobar que ningún equipo esté haciendo un uso excesivo de la red, viendo por ejemplo vídeo 4K en YouTube.
  • Ser realistas y pensar que si el router está lejos de dónde nos conectamos -al otro lado de la casa- paredes y demás objetos penalizan la velocidad.

Comprobaciones avanzadas.

  • Apagar y encender el router. Es un recurso básico, pero sigue siendo efectivo y sencillo. Así nos curamos en salud de que el router vuelva a estar “casi como nuevo”.
  • Hacer un test de velocidad en Internet. Eso sí, solo con un ordenador conectado al router y por cable. Si algo va mal, cambiar de ordenador por si acaso, aunque las probabilidades en estos casos son bastante bajas.
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