Las empresas han modificado en los últimos años la forma de dirigirse a sus clientes. De un sistema puramente en papel, físico o con publicidad postal, hemos pasado a otros métodos como el de las llamadas de teléfono, los correos electrónicos y, por supuesto, los SMS. Aun así, la implementación de los smartphones ha provocado un salto exponencial en esa evolución de las vías de comunicación y, en la actualidad, comienza a imponerse una modalidad que no podría existir sin los propios teléfonos inteligentes. ¿Sabes qué es el "Mobile Wallet" y qué beneficios ofrece?
¿Qué es un Mobile Wallet?
Como te comentaba, esta nueva modalidad de hacer marketing por parte de las empresas tiene como centro neurálgico nuestro dispositivo móvil, gracias a unas aplicaciones que, en el caso de iPhone, vienen instaladas de serie capaces de almacenar todo tipo de información personal: desde los carnés de asociaciones y fidelización de comercios, hasta las entradas de cine y los billetes de avión o tren así como tarjetas bancarias. Si contáis con Android, son muchas las alternativas disponibles en la tienda oficial de Google que son compatible con el estándar PKPASS (Passbook).
Esas carteras virtuales reciben el nombre de "Wallets" y son capaces de guardarnos a buen recaudo documentación que necesitamos llevar encima para cualquier evento o compra que queramos llevar a cabo y para el que la mayoría de las veces se necesita un código QR contenido en él. Esas tarjetas que podemos almacenar en la billetera son una manera mucho más cómoda de dejar en casa todo el plástico que llevamos encima en el bolso o el bolsillo del pantalón.
Ahora bien, aunque el nacimiento de estos Wallets no es reciente y se remonta al año 2012 cuando Apple incluye en sus iPhones por vez primera una aplicación llamada Passbook, que sentó las bases del formato y tipo de archivo que podríamos almacenar en ellos. No fue hasta 2015 cuando los de Cupertino bautizaron esa app como Wallet y se ha mantenido hasta hoy, donde ha sufrido una enorme expansión y popularización en su uso gracias a la llegada de Apple Pay y la compatibilidad con tarjetas bancarias.
¿Cómo funciona?
Las aplicaciones de wallet ofrecen todas prácticamente la misma funcionalidad, y su cometido no es otro que el de almacenar las tarjetas que necesitamos tener encima cuando vamos de compras o a disfrutar de un servicio. Por ejemplo, si optamos por comprar entradas de cine, al terminar el proceso nos darán la opción de descargarnos las entradas en formato PKPASS. Si es así, solo tenemos que enviar ese archivo a nuestro teléfono (a través de WhatsApp, correo electrónico, etc.). Entonces nos pedirá si queremos abrirlo con la aplicación por defecto y aceptamos. En ese momento veremos la representación digital de la entrada con información de la película que vamos a ver, así como la sala, fila y asiento.
La práctica totalidad de estas entradas, carnés de fidelización, billetes de avión, tren o autobús, etc. cuentan con un código de barras que sirve para validar la legitimidad de esa compra que hemos hecho, por lo que nos franquea el paso en locales o confirma una promoción a la que nos vamos a unir. Precisamente, es en este tipo de aplicaciones donde entra el marketing dentro de los wallets de cara a unos usuarios que siempre llevan encima la única herramienta necesaria para completar una venta: el teléfono móvil.
¿Por qué integrar el Mobile Wallet en tu estrategia de marketing?
Este Mobile Wallet no es más que la aplicación enfocada a la venta y promoción de productos a través de ofertas directas que almacenamos en la billetera digital del smartphone. La empresa que quiera llegar a sus clientes simplemente tiene que trasladarle a través de cualquier medio uno de estos PKPASS, para que lo almacene y lo lleve siempre encima en caso de querer completar una venta. Imaginad que enviamos un cupón de descuento, ¿para qué andar con mensajes SMS o emails que luego olvidamos? Nada como conquistar el wallet del usuario para que siempre lo tenga a mano.
Esos archivos PKPASS pueden distribuirse de forma tradicional, gracias a correos electrónicos o enlaces de descarga vía SMS, o bien de una manera más cercana en hotspots NFC instalados en las tiendas, publicaciones en redes sociales o la propia página web donde podríamos segmentar distintas campañas en función de un producto, un establecimiento o un área geográfica que pueden verse potenciados por notificaciones push, por ejemplo, al acceder a un lugar concreto. Ese simple recordatorio, más el cupón de descuento o promoción, pueden convertir una visita accidental en una venta gracias a un pequeño archivos PKPASS que apenas ocupa unas pocas kbytes en nuestra cartera virtual.