Hay un dicho popular que viene a decir que “solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena” y nuestros smartphones tienen algo parecido en el IMEI: todo el mundo sabe que tiene uno (o dos, si son dual SIM), que es importante porque viene impreso en la caja, en la misma pegatina del código de barras, pero a lo largo de los cuatro o cinco años que nos dura no reparamos en él para nada. Bueno, hasta que lo perdemos o nos lo roban y es justo ahí cuando “nos acordamos del IMEI cuando truena”. Como con Santa Bárbara. Y es que, ¿sabes bloquear el móvil gracias a ese código?
¿Qué es el IMEI?
La palabra IMEI son las siglas de International Mobile Equipment Identity (algo así como Identidad Internacional de Equipamiento Móvil), y es una combinación de 15 dígitos que juntos forman lo que vendría a ser el DNI del teléfono, y que es único para cada dispositivo que se fabrica en el mundo. No existen dos IMEI iguales por lo que se trata de un dato que debemos tener siempre a mano y apuntado en cualquier lugar, donde queráis pero a la suficiente distancia como para poder recurrir a él en caso de emergencia: en un chat personal de WhatsApp, en un papel pegado al monitor o una foto de la caja del móvil.
De todas formas, siempre podéis conocer el IMEI preguntándole directamente a vuestro smartphone. Simplemente debéis ir a la aplicación del teléfono y en el teclado numérico escribir *#06#, tanto en iPhone como en Android (e incluso en los viejos Nokia de principios de siglo). Tenéis otras alternativas como ir a los menús de configuración y buscar la información del terminal, pero seguramente tardéis más que escribiendo en el teclado estos cinco caracteres.
¿Por qué es importante? Ese IMEI es el que nos identifica ante el operador. Bueno, en realidad ante cualquier operador, ya que ese es uno de los datos que vamos dejando como si fueran miguitas de pan cuando viajamos de un país a otro y nos vamos conectando a las redes de cada uno. Así que imaginad qué ocurriría si se produjera cualquier error alrededor de nuestro IMEI y los operadores de toda Europa, por ejemplo, nos impidieran conectarnos. Eso convertiría nuestro dispositivo en un bonito ladrillo que solo podríamos utilizar con conectividad wifi. Nada de llamadas y nada de 3G, 4G o 5G. ¿Lo imagináis?
¿Bloquear el móvil con el IMEI?
Ese bloqueo de nuestro IMEI podía ordenarse, hace muchos años, por parte de las propias operadoras en caso de que el terminal que llevamos tuviera alguna incidencia en la línea. Es una medida extraordinariamente radical, pero situaciones así se han dado. Aunque la más común de las razones que llevan a que un IMEI se bloquee tiene que ver con escenarios de pérdida de los terminales o robos, donde los ladrones buscan venderlos rápidamente a incautos que no saben que ese dinero que están pagando, por poco que les parezca, puede ser demasiado caro.
Un recurso que tienen aquellas personas que sufren uno de estos robos es denunciar ante la operadora e, inmediatamente, notificar ese número IMEI para que lo bloquee. Cualquiera de las empresas de comunicación que ofrecen servicios móviles atenderán esa petición siempre que medie una denuncia ante la policía donde se especifiquen los hechos ocurridos y el modelo del terminal que ha sufrido el incidente. Si ese smartphone lo compraste en la misma operadora, seguramente todo el proceso sea mucho más rápido y sencillo.
Es importante pedir que ese bloqueo no afecte solo a tu compañía sino, a ser posible, también a todos los que operan en nuestro país e incluso en el resto de territorios de la Unión Europea (en nuestro caso) así como posibles estados asociados. Hace algunos años era complicado conseguir algo así, pero por suerte en los últimos tiempos ha mejorado la colaboración entre empresas y es posible conseguir que ese terminal no pueda utilizarse en todo el continente.
No compres móviles de dudosa procedencia
Con todo lo anterior sobre la mesa, no hará falta decir el riesgo que corre nuestro dinero si compramos teléfonos de dudosa procedencia y cuyo dueño sabe cómo bloquear gracias al IMEI. Hasta ahora, muchos usuarios desconocían que tienen esta posibilidad que impide que un tercero pueda lucrarse al vender nuestro móvil. Es más, si todos conociéramos este recurso de última hora cuando perdemos o nos roban el móvil, seguramente dejaría de ser rentable esta sustracción de smartphones y descendería el número de incidentes.