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Cuando Apple mostró al mundo su nuevo iPhone en el año 2007 explicó que se había terminado la era de los dispositivos específicos para una sola tarea. Que a partir de ese momento, podríamos llevar en nuestro bolsillo un móvil con pantalla táctil capaz de ayudarnos con cualquier tarea: leer, jugar, navegar por internet, ver películas, escuchar música y, por qué no, medir los niveles de partículas presentes en el aire que respiramos en nuestra localidad, ciudad o país.
Esa versatilidad es culpa de las aplicaciones que podemos descargar desde las tiendas oficiales de iOS y Android, y que son capaces de comunicarse con los mismos servicios meteorológicos que después se utilizan en todos los partes informativos que se difunden a través de las televisiones. De ahí que, en ocasiones, estas apps puedan llegar a sustituir por completo cualquier predicción que nos puedan hacer, máxime si tenemos la posibilidad de contar con información plenamente actualizada, casi en tiempo real, en la pantalla de nuestro móvil.
Hay que decir que los smartphones, como tal, no tienen la capacidad de analizar por sí mismos cuál es la calidad del aire que respiramos ya que no disponen de componentes de hardware específicos para conseguirlo. En su lugar, tienen todo el poder de su conectividad móvil y wifi para acceder a los servidores que sí almacenan toda esa información meteorológica. Así que será a partir de ellos que podremos coger nuestro smartphone en cualquier momento y saber si el aire que nos rodea está especialmente contaminado o no.
¿Qué es un medidor de partículas del aire?
La instalación y uso de los medidores de la calidad del aire, en España, compete a las comunidades autónomas y entidades locales, y solo en el territorio nacional existen más de 600 estaciones de medición. Todas operan al amparo en una normativa vigente que define con claridad cuáles son los parámetros de salubridad que debe cumplir el aire que respiramos antes de que las administraciones públicas proclamen escenarios de alerta por contaminación.
Este análisis se lleva a cabo a través de esas estaciones de medición de calidad del aire pero, también, aplicando modelos matemáticos a partir de la actividad industrial, los niveles de tráfico, sensores de "bajo coste" y los datos que se recuperan de satélites artificiales, como es el caso de Copernicus. Además de esas fuentes, existen otras que forman parte del cuerpo estadístico (e histórico) como son el clima, la topografía o los llamados "patrones de disipación" que pueden ser diferentes en cada zona que se analiza.
Estas estaciones de medición ponen especial interés en conocer los niveles en los que ciertas partículas están presentes en la atmósfera, como son los óxidos de nitrógeno (NOx) que se producen a partir de la combustión a altas temperaturas, casi siempre provocadas por el tráfico rodado; el ozono (O3), que se forma en la atmósfera por la reacción entre óxidos de nitrógeno (NOx) y compuestos orgánicos volátiles (COVs); el dióxido de azufre (SO2), que se produce por la quema de combustibles con alto contenido de azufre y petróleo de muchas industrias; y por último, las llamadas "partículas en suspensión" (PM10 y PM5) que son, junto con los óxidos de nitrógeno, los contaminantes más perjudiciales para la salud.
Apps para comprobar la calidad del aire desde tu móvil
Toda esa información que se recopila y procesa prácticamente en tiempo real, termina llegando a los servidores a los que se conectan algunas de las aplicaciones más relevantes que tenemos para nuestro móvil y que, casi siempre, van de la mano de aplicaciones que incluyen otros datos como el tiempo, las alertas por lluvias, nieve o calor extremo, así como la prevención de huracanes con mapas detallados que van mostrando cómo evoluciona cada fenómeno meteorológico.
De todas las que encontramos en el panorama móvil, os vamos a recomendar la aplicación oficial de The Weather Channel (iOS y Android), que cuenta con una página web de reconocido prestigio mundial, muy completa, y que condensa toda esa información dentro de una app realmente útil e imprescindible. Gracias a ella podréis conocer las previsiones del tiempo para prácticamente cualquier lugar del planeta, así como las precipitaciones previstas, evolución de la temperatura hora a hora, centro de alertas para huracanes, datos locales sobre la pandemia de Covid-19 y un apartado muy interesante llamado "Centro estacional", que resume de una forma muy gráfica y divertida qué día vamos a tener: si vamos a necesitar paraguas, si tendremos sensación de frío, si sudaremos, si padeceremos el ataque de mosquitos y, por supuesto, el índice UV de los rayos del Sol.
En The Weather Channel, obviamente, también tendremos una zona muy amplia para conocer cuál es la calidad del aire, con previsiones a siete días vista y con lecturas específicas que nos avisan de la presencia de polen o moho en el aire que respiramos. A ese índice lo llaman "Comodidad respiratoria hoy". Por último, y se trata del área de la aplicación que nos ha traído hasta aquí, podremos analizar la zona de contaminación principal, así como un resumen general, a través de un porcentaje, que nos avisa de si nos encontramos en una situación buena (verde), regular (amarilla) o peligrosa (roja) respecto de los componentes que antes os señalamos: NOx, O3, COVs, SO2, PM10 y PM5.
The Weather Channel ofrece a los usuarios una suscripción de pago anual que nos cuesta 32,99 euros al año pero te puedo asegurar que ese coste lo acabas recuperando si te gusta conocer minuto a minuto cuál es la calidad del aire que respiras, además de toda la información extra que añade sobre el tiempo. Si ese precio te parece excesivo, dispone de otros planes más baratos a partir de 0,99 euros al mes.
Si prefieres otras alternativas más sencillas, que no dispongan prácticamente de todo, tienes, sobre todo en Android, multitud de apps que solo se centran en dar los datos referentes a la calidad del aire. Igual ocurre en la parte de iOS, donde puedes encontrar aplicaciones muy buenas y bien valoradas como Breezo Meter, AirVisual o Plume Labs.