Quizá notas que tu conexión WiFi no va lo rápido que desearías, y es que, muchos factores intervienen en su rendimiento. Uno de ellos, es la frecuencia de tu conexión. Según sea la elegida, ésta puede influir en que haya más o menos interferencias, que la señal llegue más lejos o que vaya más rápido. Te contamos qué es, cómo cambiarla y cuál es la mejor, a continuación.
¿Qué son las frecuencias de WiFi de tu router?
Las bandas de frecuencia de WiFi son rangos de radiofrecuencias utilizadas para transmitir datos de manera inalámbrica. Los orígenes de estas radiofrecuencias se encuentran en la patente registrada por la famosa actriz de Hollywood, Hedy Lamarr, quien inventó en 1942 la tecnología de radio de espectro ensanchado con salto de frecuencia (FHSS). Su descubrimiento surgió a raíz de la Segunda Guerra Mundial. Hedy tuvo la genial idea de transmitir mensajes y órdenes saltando entre diferentes frecuencias, con un sentido totalmente aleatorio. De este modo, el enemigo solo dispondría de un tiempo muy reducido para interceptar las estrategias y sería incapaz de recomponer el mensaje.
Su invento no llegó a tiempo para utilizarse durante la guerra, pero las primeras conexiones WiFi utilizaron esta tecnología de salto de frecuencia operando en 2,4GHz.
Estas frecuencias, que se pueden dividir a su vez en canales WiFi, cuanto más altas sean tendrán una conexión más rápida pero con un alcance más corto.
¿Qué diferencias hay entre 2,4GHz y 5GHz?
Muchos de los routers actuales son duales, lo que permite elegir entre frecuencia 2,4GHz y 5GHz. Te contamos las diferencias para que sepas cuál es la que más se adapta a tus necesidades.
Primeramente, es importante destacar la cobertura que ofrecen. La frecuencia 2,4GHz supera en este sentido a la 5GHz ya que, como hemos dicho anteriormente, las frecuencias más bajas pueden cubrir un espacio más amplio. Esto es debido a que estas pueden penetras más fácilmente en objetos sólidos como las paredes, por lo que recorren mejor toda la casa. Por lo tanto, será muy importante saber dónde colocar nuestro router.
Otro punto es la velocidad, ya que la 5GHz compensa su menor radio de cobertura con mayor velocidad, aunque también deberemos tener en cuenta el modelo de router.
Es importante saber que cada una de estas frecuencias es más o menos sensible a las interferencias. Por ejemplo, la frecuencia 2,4GHz consta de 11 canales de los cuales 2 no se solapan. Los canales interpuestos provocan interferencias en la red, lo que hace que hace posible que otros aparatos WiFi interfieran en nuestra conexión. En cambio, la frecuencia 5GHz, usa 45 canales de los cuales 24 no se solapan. Esto le hace menos vulnerable frente a interferencias.
¿Cómo cambiar la frecuencia de nuestro WiFi?
Este proceso es sencillo, y casi universal para todos los tipos de routers. Pero antes de nada, necesitamos comprobar cuál es el canal o frecuencia más rápida de la que disponemos. Para ello, podemos descargar en la Google Play Store la aplicación llamada WiFi Analyzer en la que podremos comprobar nuestra conexión y los canales disponibles.
Una vez hayamos comprobado cuál de los canales tiene mejor calidad, podemos pasar a modificar los ajustes de nuestro router. Para ello, deberás acceder desde cualquier navegador a esta URL: 192.168.1.1 donde podremos introducir un usuario o contraseña. Si nunca has modificado tu router y sigue con los ajustes de fábrica, lo más probable es que tanto el usuario como la contraseña sean admin-admin o 1234-1234.
Tras esto, podremos ver todas las opciones disponibles dentro de la configuración. En el caso de nuestro router, observamos que en el menú horizontal tenemos una opción llamada WiFi. Mediante esta opción podremos comprobar el tipo de conexión que tenemos ahora, en nuestro caso automática tanto en 2,4GHz como en 5GHz. La mayoría de routers traerán de serie marcada como "Auto" en su conexión. Muy recomendable para evitar tener que cambiar continuamente de canal.
Una vez guardemos los cambios, podremos comprobar si el cambio de canal ha mejorado nuestra velocidad WiFi.