El pasado 6 de enero, justo cuando se producía el famoso asalto al Capitolio de Washington, WhatsApp hacía públicos sus planes de cambiar su política de privacidad y condiciones de servicio a todos los usuarios. Con un cambio trascendental: aquellos que no aceptaran esa nueva directiva comenzarían a ver cómo la aplicación va perdiendo funciones con el paso de los días hasta dejarla completamente inservible. De momento, los de Facebook no han materializado sus amenazas aunque tarde o temprano, cuando se calmen las aguas, podrían volver a intentarlo. Así que vamos a aprovechar este artículo para explicar todo lo que tienes que saber sobre la nueva política de privacidad de WhatsApp, la aplicación que todo el mundo usa a diario.
El origen de la polémica
Como os decimos, fue el pasado 6 de enero cuando saltó la bomba. WhatsApp comenzaba a mostrar a todos los usuarios un aviso en el que advertía de que a partir del 8 de febrero (más tarde aplazado al 15 de mayo) tendríamos que aceptar las nuevas condiciones. Recordemos que la app de mensajería siempre presumió de no tener posibilidad de conocer qué es lo que hablamos o compartimos en los chats y grupos de la aplicación, gracias a la encriptación de punto a punto, por lo que frases del tipo “las empresas pueden usar los servicios alojados de Facebook para almacenar y administrar sus chats de WhatsApp” se interpretaron de la peor manera posible. ¿Nos estaban intentando decir que alguien iba a cotillear lo que escribimos?
El gran error de WhatsApp fue no hacer pedagogía previa con una de sus novedades más recientes: WhatsApp Business. Esta parte separada y enfocada a empresas, profesionales y pequeños negocios cuenta con su propia aplicación para smartphones y quienes la usan no se rigen, estrictamente, por las mismas condiciones que los usuarios particulares, ya que Facebook se reserva una pequeña licencia que le permite monitorizar toda su actividad a efectos de, más tarde, impactar al usuario con publicidades o productos personalizados. Es decir, cada vez que interactuemos con un chat de WhatsApp que pertenece a una empresa que colabora con los de Menlo Park, es posible que se recopile algún tipo de información.
Muchos usuarios desconocen que dentro de WhatsApp no solo es posible hablar con familiares, amigos o compañeros de trabajo, sino que también lo hacen con profesionales o empresas adscritas a la parte Business prácticamente sin darse cuenta, por lo que muchos entendieron aquel aviso del 6 de enero como un aviso de que afectaría por igual a todas las conversaciones. Evidentemente, el miedo cundió y produjo una diáspora masiva a otras alternativas que sí decían garantizar el secreto de lo que escribimos. Ese fue el caso de Telegram y Signal, sobre todo.
¿Qué nos dicen las nuevas condiciones de uso?
El problema ahora mismo no existe como tal porque poco a poco todos esos usuarios que desconocían la existencia de WhatsApp Business ya saben qué conversaciones serán las que puedan ser monitorizadas, bien por la empresa que da el servicio (por ejemplo una pastelería, un despacho de abogados, una nutricionista, un operador de telefonía, etc.) o Facebook, que también ofrece a esos perfiles profesionales herramientas para optimizar potenciales ventas. Es en el ámbito de esa atención al cliente donde algún trabajador de esas compañías podría leer lo que estamos escribiendo. De ahí el aviso del “almacenamiento y administración” de chats que WhatsApp anunció a principios de año.
Por lo tanto, los cambios en la política de privacidad afectan exclusivamente a WhatsApp Business y no a la parte personal, la de los chats que tenemos con familiares y amigos o compañeros de trabajo que se van a mantener como hasta ahora, blindadas y sin posibilidad de que nadie mire lo que hacemos o decimos. Así lo ha publicado la compañía en las últimas actualizaciones de sus condiciones de uso, donde especifica que “ni WhatsApp ni Facebook pueden ver el contenido que compartes con familiares y amigos, incluidos tus mensajes y llamadas personales, los archivos [...] y las ubicaciones que envías. No mantenemos un registro de los contactos a los que nuestros usuarios llaman o envían mensajes, ni compartimos tus contactos con Facebook”.
Otra cosa es el trato con empresas. En ese caso las nuevas “Condiciones del servicio y Política de privacidad” nos recuerdan que “podrás hablar con más empresas por WhatsApp para comunicarte de manera más rápida y eficaz que por teléfono o correo electrónico. Esto es completamente opcional. [..] Tú decides si quieres chatear con empresas mediante WhatsApp, y siempre podrás bloquearlas o eliminarlas de tu lista de contactos”.
Es más, apuntan a señalarnos que, “a menudo las empresas más grandes, como aerolíneas o tiendas minoristas, reciben miles de mensajes al mismo tiempo por parte de sus clientes, por ejemplo, con solicitudes de información sobre un vuelo o el envío de un pedido. A fin de poder responder con rapidez, es posible que estas empresas hagan uso de Facebook como proveedor de tecnología para administrar algunas de las respuestas en su nombre. Identificaremos estos chats de manera clara con una etiqueta para que sepas cuándo ese sea el caso”.
Al mismo tiempo, aquella amenaza de limitar la funcionalidad de la aplicación en caso de no aceptar esas condiciones ha desaparecido o, cuando menos, se mantiene en stand-by. Con todo lo anterior, ¿es recomendable aceptar estas condiciones a partir de ahora? De momento solo tenemos la palabra publicada por WhatsApp que nos garantiza que nada ha cambiado y no han aparecido informaciones relevantes que indiquen lo contrario. Así que sigue utilizando la aplicación como hasta ahora y a la menor duda, plantéate hacer un cambio. ¿Tal vez Telegram, o Signal? Esa opción siempre la tenemos a mano.
