¿Por qué los móviles pierden cobertura en algunos lugares?

La cobertura es una de esas preocupaciones que a todos nos asalta cuando nos vamos de vacaciones. Acostumbrados a tener todas las “rayitas” a tope en cualquier lugar de nuestra localidad, nos da miedo que en esa zona de playa, o de montaña, acabemos por quedarnos incomunicados y sin posibilidad de hacer nada. No ya leer noticias, consultar las redes sociales o escribir mensajes de correo al trabajo, sino tener que renunciar a esas cosas que queremos hacer cuando el tiempo libre nos desborda: escuchar música, ver películas y series sin parar, leer libros y, por supuesto, enviar fotos y vídeos a la familia para que vean lo bien que nos lo estamos pasando. Así que, ¿sabes por qué nuestros móviles pierden cobertura en algunos lugares?

¿Sin cobertura en medio del campo?
¿Sin cobertura en medio del campo?

La explicación más sencilla

Según el principio de Ockham “la explicación más simple y suficiente debería ser la más probable, aunque no necesariamente la verdadera”. Y cuando hablamos de cobertura móvil ocurre algo parecido ya que lo más probable es que si perdemos conexión la explicación podamos encontrarla en que nos hemos alejado de la influencia de las antenas que instalan los operadores. Pero claro, cuando esa explicación es la correcta, es muy probable que hayamos decidido irnos a pasar las vacaciones a mitad del campo, por lo que no debería tomarnos por sorpresa.

Como habréis experimentado, el problema de la cobertura no es exclusivo de las zonas desiertas sino que hay lugares en mitad de las ciudades donde un operador apenas es capaz de ofrecer servicio. Es en esos casos cuando toca buscar la explicación en otras causas que entran en acción y que muchas veces dependen de condiciones atmosféricas, orográficas y, por supuesto, de la interferencia de otros aparatos que fulminan la cobertura de nuestro dispositivo (y del resto de usuarios).

¿Qué otras razones impiden que haya cobertura móvil?

Una vez visto que la distancia con las antenas que nos rodean no es la razón por defecto para perder conectividad en el móvil, toca mirar a otros lugares. Y los más recurrentes son los que tienen que ver con las condiciones del lugar y los obstáculos del terreno, que pueden impedir que las ondas se propaguen de forma uniforme y lleguen al teléfono de la manera más eficiente. Si esto ocurre, el resultado será que en mitad de una calle congestionada acabemos por no tener ni posibilidad de realizar llamadas ni de conectarnos a internet.

Mala conexión en el móvil.
Mala conexión en el móvil.

También influye de manera determinante cuál es el sitio desde el que queremos conectarnos con el teléfono. Por ejemplo, en todos los interiores se pierde calidad e intensidad en la señal, llegando en algunos casos a perderse por completo. Esto se debe a que muchos de los materiales que se utilizan en la construcción tienen la capacidad de hacer rebotar las señales, bloqueando su propagación e impidiendo que alcancen a nuestro smartphone. El aluminio, por ejemplo, es uno de esos compuestos que ponen las cosas difíciles a nuestros teléfonos para acceder a la cobertura de vuestros operadores.

Pero lejos de las construcciones que el hombre ha puesto ahí, existen otros condicionantes que nos regala la Naturaleza para que la conectividad se vea afectada. Así ocurre con la lluvia o el granizo, que con su presencia pueden modificar la dirección en la que se propagan las ondas, provocando que cualquier dispositivo móvil vea afectada su conectividad, e incluso lleguen a perder contacto con los centros de transmisión. Por regla general, la forma de conseguir que los usuarios tengan la mejor cobertura posible pasa por instalar las antenas en lugares céntricos de las ciudades y en zonas elevadas (preferentemente edificios) libres de obstáculos.

Las grandes ciudades, lugares con cobertura dispar.
Las grandes ciudades, lugares con cobertura dispar.

Precisamente en las grandes ciudades, o áreas de alta concentración de usuarios, puede darse el problema de que la red se sature, impidiendo que una buena cantidad de usuarios tenga una conexión estable. Como sabréis, este fenómeno es muy común de las épocas estivales, en ciertos destinos turísticos, tanto en la playa como en la montaña, o alrededor de grandes eventos culturales y deportivos como estadios de fútbol, etc.

¿Qué son las “zonas de sombra”?

Como antes os indicábamos, existe un término que manejan las propias operadoras para definir lugares en los que debería haber conexión móvil( por su cercanía a las antenas) pero que, sorprendentemente, son un auténtico pozo de incomunicación. Es lo que se conoce como “zona de sombra” y suelen caracterizarse por provocar muchas interferencias en la señal. Suelen localizarse en áreas muy concretas como valles, colinas, terrenos con mucho arbolado, esos edificios que antes os comentábamos y, por supuesto, tanto túneles como otras infraestructuras subterráneas, por ejemplo, de transportes.

Antena de telefonía móvil en la azotea de un edificio.
Antena de telefonía móvil en la azotea de un edificio.

En todos los casos, las operadoras tienen que recurrir a la instalación de repetidores que solucionen el problema, los mismos con los que cuentan algunas de las redes de metro que tenemos en las grandes ciudades de nuestro país y que permiten a los usuarios seguir conectados a pesar de la profundidad a la que circulan. Un hito que es fácil de conseguir aunque requiere de una importante inversión económica.

Por último, otra de esas zonas de sombra tiene que ver con el momento en el que perdemos la señal en tránsito, es decir, cuando dejamos la cobertura de una antena para conectarnos a la siguiente más cercana, pero que el smartphone por la razón que sea, no es capaz de ejecutarlo correctamente. En ese intervalo, el móvil podría perder también la conexión durante unos instantes en los que no podremos realizar llamadas o conectarnos a internet.

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