La llegada de la pandemia ha modificado radicalmente muchos de nuestros usos y costumbres en lo que a consumo de ocio electrónico se refiere. Las medidas de confinamiento de principios de 2020 llevaron a millones de personas a entretenerse con series, películas, música, videollamadas de WhatsApp en grupo para simular quedadas con los amigos y, por supuesto, esos programas de audio que se descargan en el móvil y que podemos ir escuchando por la calle. Un contenido este último que ya tiene a sus espaldas más de dos décadas de historia y que ha sido ahora cuando está viviendo una auténtica explosión en todo el mundo. ¿Sabéis qué es un podcast y cómo aprovechar su éxito?
De un tiempo a esta parte, este tipo de contenidos han proliferado de manera exponencial apoyándose en la facilidad para producirlos y, sobre todo, distribuirlos para hacerlos llegar a una audiencia de millones de usuarios. No solo las emisoras de radios tradicionales, también algunos programas de TV y creaciones específicamente diseñadas para este formato han empezado a ser consumidos gracias al impulso de plataformas que han visto en ellos un enorme potencial de influencia, tanto para quienes solo quieren hablar de un tema de forma amateur, como para los que han encontrado una forma de vida gracias a su popularidad e ingresos.
¿Cómo nacen los podcasts?
Este tipo de contenidos de audio comenzaron a proliferar en nuestro país prácticamente antes de que adquirieran el nombre que tienen actualmente. Tal y como rezan algunas fuentes, fue en 1996 cuando la cadena de radio pública de Andalucía, Canal Sur Radio, inició sus emisiones también en "streaming", tanto con programas en directo como grabados que los oyentes podían bajarse para escucharlos cuando quisieran. Después, encontramos el primero de los considerados podcasts como tal en todo el mundo, y también es español: "En caso de que el mundo se desintegre", el 26 de febrero de 1999.
El nombre de podcast es el resultado de la unión de dos palabras: iPod y "broadcasting". La primera hace referencia al dispositivo que permitió el almacenamiento (a través de la aplicación iTunes en Mac OS) de este tipo de archivos de audio, y el segundo a su naturaleza radiofónica. Ese bautizo tuvo lugar el 12 de febrero de 2004, en un artículo publicado por el periódico inglés The Guardian y corrió a cargo del periodista Ben Hammersley.
¿Qué tipo de podcasts hay?
Este tipo de programas pueden ser prácticamente de cualquier tipo y temática, por lo que no existe como tal un listado cerrado de opciones. A continuación os dejamos un ejemplo de los más populares y que aglutinan a la práctica totalidad de los que nos solemos encontrar en plataformas como Ivoox, Spotify, Google Podcasts, Apple iTunes, SoundCloud, TuneIn, etc.
- Grabaciones musicales de todo tipo de artistas que así conectan con sus fans
- Divulgación: pueden tratar prácticamente cualquier tema, siempre con expertos que analizan la actualidad o fenómenos importantes dentro de cada área
- Congresos: ponencias, charlas y mesas redondas son un buen contenido para podcasts de audio
- Educación: profesores, organismos o entidades pueden plantearse llegar a sus alumnos a través de un formato que los más jóvenes conocen al detalle y que puede resultarles mucho más ameno y accesible que los viejos apuntes o libros de texto
- Formación a distancia: lecciones, aprendizajes y temas pueden transmitirse de una manera más concreta a través de estos archivos descargables
- Entrevistas: los medios de comunicación pueden beneficiarse de este formato ofreciendo un podcast que expande lo publicado en un periódico de papel o página web, como complemento informativo de alto valor
- Comercial: con el gancho de voces o personajes famosos, las marcas pueden ofrecerr contenidos editoriales que aprovechan para promocionar sus productos o servicios
¿Cómo se crea un podcast?
Uno de los puntos más atractivos de los podcast es su facilidad para producirlos, ya que solo hay que tener un dispositivo capaz de grabar sonido y un micrófono al que hablarle. Ahora bien, si queremos resultados más profesionales, entonces necesitaremos algunos accesorios extra para darle esa apariencia de programa de radio recién emitido a través de las ondas. Y esto es lo que debéis tener:
- Micrófono: es básico tener una forma de capturar el sonido con el dispositivo grabador, ya sea el de unos cascos, un modelo profesional o el que trae de serie el teléfono. Cuanto mejor sea, mayor será la calidad de las voces que captura
- Audio condensador: es el aparato encargado de capturar nuestra voz con una mayor pureza, sin ruidos que distraigan a la audiencia, lo que se traduce en una mayor atención y complicidad con los espectadores
- Auriculares: son necesarios para escuchar en tiempo real la calidad de lo que estamos grabando, si se oyen todas las voces al mismo volumen, si no aparecen ruidos, etc. Son la mejor herramienta para controlar la calidad del podcast durante su proceso de realización
- Editor: se trata de un programa capaz de abrir los archivos de audio y mezclarlos, cortarlos y manipularlos para obtener el mejor resultado, haciendo ganar volumen a las fuentes más bajas, o reducir las más altas así como añadir temas musicales, cortinillas, efectos especiales, etc.
- Plataforma de distribución: cuando ya tenemos el podcast editado y mezclado con canciones, cabeceras, secciones, etc., entonces toca exportarlo en un formato de audio compatible con los distintos servicios que permiten el alojamiento de nuestro trabajo: Ivoox, Spotify, iTunes, Google Podcasts, Samsung Podcasts, etc. La lista es prácticamente infinita y solo falta la promoción
¿Por qué son una buena herramienta de marketing?
Los contenidos de audio están viviendo un auge en nuestro país por una sencilla razón: no nos impiden hacer cualquier otra cosa mientras los escuchamos. Es por eso que fenómenos como los audiolibros también están creciendo su consumo en los últimos tiempos y, por supuesto, estos podcasts están dando el salto a su vertiente más comercial y de promoción.
Estos contenidos, promocionados de las empresas, son una herramienta de primer orden para captar suscriptores, es económico y sencillo de llevar a cabo y no se encarece su producción frente a otras alternativas también muy utilizadas como son los vídeos. De ahí que cada vez más compañías recurran a este formato al que adornan con entretenimiento y mucha información para ser del agrado de su público potencial.