¿Qué sucedería si hubiera un apagón de Internet?

En los últimos 25 años el mundo ha visto cómo sus ordenadores funcionaban de una manera completamente independiente, incomunicados y alejados de cualquier red global, a otro escenario en el que ninguno escapa de la influencia de internet. Nunca antes, en ningún periodo de la historia, el mundo estuvo tan conectado ni tan cerca unos países de otros, gracias a las enormes capacidades que ofrece el universo online. Ahora bien, ¿qué sucedería si se produjera un apagón de internet?

Este tipo de escenarios que parecen sacados de una película de catástrofes, son en realidad hipótesis sobre las que trabajan a diario muchos organismos públicos y servicios de seguridad digital de las empresas más importantes del planeta, que velan porque todos los servicios se mantengan en activo y, en caso de que exista un fallo, este sea corregido en el menor tiempo posible.

La caída de los servicios de Google en diciembre

Fue el pasado 14 de diciembre de 2020 cuando saltó la noticia de una caída general en prácticamente todos los servicios vinculados a Google: Gmail, YouTube, Calendario, mapas... era imposible acceder a ellos por lo que quienes tenían sus servicios profesionales contratados con los de Mountain View se vieron paralizados durante horas. Es más, no solo esas aplicaciones fallaron, también terminaron afectados otras plataformas que también corrieron el mismo destino. Y todo, por culpa de un fallo en la verificación de inicio de sesión de Google.

Al caerse esa parte del sistema, no era posible verificar las credenciales que permiten a un usuario el acceso a su cuenta de Google y, también, a todas las demás que puede vincular para facilitar su registro: Dropbox, Spotify, etc. Por suerte, la indicendia apenas duró unas horas y para la mañana del 15 de diciembre, prácticamente lo peor ya había pasado. Ahora bien, quedó en el ambiente esa sensación de que, ¿no es demasiado peligroso que vinculemos tantos servicios a un único proveedor?

Inicio de sesión con Google.
Inicio de sesión con Google.

La caída de los servicios de Google no supuso en ningún momento la caída de la conexión a internet, que siguió funcionando sin problemas. Ese incidente nos vino a confirmar que no es buena idea aprovecharnos de las ventajas que ofrecen las grandes tecnológicas y, por lo tanto, debemos recurrir siempre que podamos a soluciones propias. Un ejemplo es el de los inicios de sesión ("Sign in with Google") en plataformas de televisión o música en streaming, servicios de videojuegos, domótica, webs de información, almacenamiento en la nube, etc. Siempre que sea posible, es recomendable crear usuarios y contraseñas específicos y no confiarlo todo a los sistemas de inicio de sesión simplificada que ofrecen Google, Facebook, Apple o Amazon.

¿Qué pasaría si hubiera un apagón de Internet?

Un apagón de internet es posible pero muy improbable. La razón es que el tejido de la red y sus conexiones no funcionan de una manera global sino que existen multitud de nodos independientes que, a su vez, disponen de sistemas de respaldo en caso de problemas. Aun así, si imaginamos que un día podemos despertarnos sin conexión a la red, los problemas dependerían de una única variable: el tiempo. Si estamos hablando de uno, dos, tres o cuatro días como máximo, los expertos creen que no ocurriría nada importante ya que se podría tomar como un "fin de semana más largo" de lo normal, donde muchas empresas importantes cuentan con planes de contingencia para seguir operando bajo ese tipo de circunstancias y pueden aguantar sin problemas significativos.

Un mundo conectado.
Un mundo conectado | Freepik

Los aviones, los trenes, los autobuses y los transportes subterráneos seguirían operando prácticamente con total normalidad y en el caso de las finanzas, ese espacio de tiempo podría "congelarse" la actividad sin demasiados perjuicios. Tanto es así que algunos expertos definen el impacto como "insignificante". En el caso de los ciudadanos, sin redes sociales o aplicaciones de mensajería, tocaría volver a las llamadas de voz y mensajes cortos (SMS) para seguir manteniendo el contacto con los demás. También, regresaríamos a un mundo más analógico, con dinero en efectivo, en el que podríamos aprovechar para comprobar qué se siente al no estar constantemente pegados a la pantalla del teléfono.

Donde sí coinciden los expertos es en alertar de problemas importantes en aquellos casos en los que un posible apagón pudiera terminar con la conexión a internet durante un periodo superior a esos cuatro días, ya que los sistemas pensados para contingencias no podrían adaptarse a todas las operaciones de futuro, por lo que en su mayoría tendrían que paralizarse, o buscarse formas alternativas de llevar a cabo con tecnologías que ahora parecen olvidados: oficinas y empresas que se comunican exclusivamente a través del teléfono, el fax y los informes de papel en mano.

Hogares inteligentes "off"

El hogar ha sido una de las últimas fronteras que se han subido al carro de las funciones inteligentes gracias a que prácticamente cualquier aparato puede conectarse a internet. No solo las televisiones, también los altavoces inteligentes, las lavadoras y lavavajillas, robots de limpieza y hasta las bombillas y las persianas. Pero a diferencia de esos dispositivos que nos dan las noticias, nos avisan de las reuniones que tenemos hoy o de cómo está la ruta para ir al trabajo, prácticamente el resto de aparatos seguirían funcionando sin problemas.

Lavadora inteligente conectada a un móvil Samsung.
Lavadora inteligente conectada a un móvil Samsung.

Las lavadoras, frigoríficos o lavavajillas volverían a su universo offline de siempre, donde es posible programarlos a mano, los robots de limpieza mantendrían sus funciones y tanto las bombillas como las personas inteligentes se podrían encender o apagar aunque no existiera internet fuera de nuestro hogar: una cosa es disponer de red inalámbrica y otra que necesiten conectividad a internet. Otra historia son los muchos servicios y productos que consumimos a diario en nuestra casa y que necesitan de una buena conexión: servicios de música, series y películas en "streaming", videojuegos multijugador, teletrabajo, videollamadas, mensajes de WhatsApp, consulta de redes sociales, etc. Mientras durara esa falta de internet, podríamos sentirnos algo más aislados pero como antes os decíamos, a lo mejor un periodo así en nuestras vidas no le vendría mal a nadie.

¿Qué posibilidades hay de que suceda un apagón?

Como antes os decíamos, no es imposible, ni impensable, que ocurra algo así, pero es improbable. La razón está en la concatenación de desgracias que deberían producirse para que ocurra algo parecido a un nivel planetario. Los que piensan en estos supuestos hablan de catástrofes extraordinariamente difíciles de ver y las vinculan, casi de forma exclusiva, con tormentas geomagnéticas ocasionadas por el Sol, y que podrían dejar fuera de combate a satélites, sistemas informáticos enteros o provocar la destrucción de centrales generadoras de electricidad. Esas tormentas solares sí podrían considerarse una amenaza real y por eso muchos gobiernos de todo el mundo cuentan con planes de contingencia para minimizar sus posibles daños.

Diagrama de cables submarinos de internet.
Diagrama de cables submarinos de internet | National Geographic

Otras razones como el terrorismo, o las guerras, o una avería en un cable de los que cruzan los océanos comunicando todos los continentes no son una amenaza para una pérdida global de la conexión a internet, por esa razón que antes os comentábamos: la red global está dividida en pequeñas parcelas que, aunque todas se comunican de alguna manera, pueden verse aisladas por diversas razones. No en vano, algunos gobiernos de ciertos países se guardan sus propios botones de desconexión.

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