Sistema de pagos a través de nuestro teléfono móvil

Hace cinco años sacar el móvil para pagar cualquier compra en una tienda o restaurante parecía más una escena de una película de ciencia ficción que otra cosa pero, por suerte, las tecnologías inalámbricas NFC se han extendido hasta conseguir que ya no sea necesario llevar encima ese vestigio del mundo analágico y físico del pasado siglo XX que son las tarjetas de plástico. Niños, adolescentes, adultos y hasta mayores saben lo que hay que hacer para realizar pagos acercando nuestro teléfono a través de uno de esos sistemas contactless.

Y no solo eso. Si las tarjetas bancarias de plástico han comenzado un rápido e inexorable camino hacia su final gracias a la digitalización, igual está ocurriendo con otras alternativas para operar con nuestro banco sin tener que acudir a la oficina. Así que si quieres saber cómo lo hago con mi móvil para pagar o enviar y recibir dinero, atento a todo lo que te voy a contar.

Pago desde el móvil

Cuando nos referimos a pagar con el móvil, estamos hablando de todas las plataformas que operan dentro de los sistemas operativos iOS y Android que permiten utilizar los chips NFC para almacenar de forma segura toda la información de nuestra tarjeta bancaria. Así, es posible utilizar el smartphone como plataforma de pago en todos aquellos establecimientos que están equipados con terminales TPV inalámbricos.

Ahora bien, para que podamos introducir esa información de las tarjetas es necesario un software que, bien nos lo puede proporcionar la compañía fabricante de nuestro teléfono, bien la entidad bancaria si cuenta con una solución plenamente funcional, cosa que de ocurrir solo será viable con Android. Y es que en el caso de Apple la única alternativa que tenemos para pagar, tanto con un iPhone como con un iPad, un Apple Watch o un Mac, es a través de Apple Pay, que a medida que pasan los meses va añadiendo los pocos bancos españoles con los que todavía no trabaja. Si tu entidad no está soportada, tendrás que esperar a que lo esté.

En el caso de Android son bastantes más esas plataformas de pago que tenemos a nuestra disposición aunque, como siempre, dependerá del banco con el que trabajemos que será más sencillo usar unas u otras. Android Pay o Samsung Pay, por ejemplo, aglutinan a una buena cantidad de entidades de nuestro país, de tal forma que os podrán servir para realizar pagos con el móvil ahora o dentro de muchos años, si cambiáis de banco. Eso sí, a diferencia de los iPhone, en el OS móvil de Google sí es posible pagar gracias a las apps de algunas entidades, como son el Santander, BBVA o CaixaBank. Solo tenéis que descargarlas y seguir las instrucciones.

El proceso para dar de alta una tarjeta es muy sencillo y podremos hacerlo de dos maneras: de forma automática gracias a las cámaras del teléfono, que podrán leer la numeración impresa en el plástico, o introduciendo todos esos datos a mano. En cualquiera de los dos casos será necesaria una verificación por SMS por parte del banco para confirmar que somos nosotros quienes estamos haciendo esa operación de alta.

Transferencias móviles

Además de usar el smartphone como una tarjeta bancaria virtual, es posible realizar transferencias en apenas unos segundos gracias a la sofisticación de los procesos que incluyen las aplicaciones de los principales bancos. A diferencia de otras épocas, toda la información que generamos a través de estas apps son seguras y permiten operativas seguras con las que enviar dinero desde nuestras cuentas hasta cualquier otra de España o del mundo.

Para realizarlas tendremos dos formas de hacerlo: bien a través del navegador web de nuestro iPhone o teléfono con Android, o bien a través de una app oficial que esencialmente cuenta con las mismas funciones, pero con la ventaja de no verse limitada por las condiciones de visualización de la pantalla. Es por eso que os recomendamos esta última como la más sencilla para utilizar en los casos más urgentes.

Estas transferencias son absolutamente seguras ya que las comunicaciones entre el usuario y el banco siempre se llevan a cabo de forma encriptada, lo que impide que nadie pueda saber qué estamos haciendo. De ahí la importancia de mantener nuestro teléfono libre de virus, malware o cualquier otro código malicioso que pueda permitir a un hacker mirar más allá de donde debe. Un antivirus siempre es recomendable, sobre todo si usamos el móvil para este tipo de operaciones a menudo.

Pero además de las transferencias convencionales que podemos realizar con las aplicaciones de nuestros bancos, que tienen un coste y suelen llegar durante el siguiente día hábil, existen otras que se han popularizado enormemente en los últimos años y que son las llamadas "transferencias rápidas" que se canalizan a través de servicios como Bizum. Esta es, seguramente, la plataforma más utilizada en nuestro país y cuenta con el respaldo de hasta 26 entidades que cubren la práctica totalidad de las que operan en nuestro país. En estos casos no hacemos envíos (o recepciones) de dinero hasta cuentas bancarias, sino a un número de teléfono que está vinculada a una cuenta y que guardamos en la agenda.

La gran ventaja de esos "pagos rápidos" de Bizum respecto de las transferencias tradicionales es que son instantáneas y no tienen (a día de hoy) coste para sus clientes. Si quieres utilizar este método, que es perfecto para pequeñas cantidades, tendrás que utilizar la app de tu banco y, dentro de ella, la opción de realizar una de estas operaciones.

¿Es seguro pagar con el móvil?

El Real Decreto-ley 19/2018, de 23 de noviembre, de "Servicios de pago y otras medidas urgentes en materia financiera" introdujo toda una serie de procedimientos de carácter obligatorio que las entidades financieras debían asumir a la hora de ofrecer la operativa más segura posible para sus clientes, de tal forma que tanto en el caso de los pagos en establecimientos como en el de las compras online, sea necesaria una verificación completa de la identidad del titular.

Esto se ha traducido en lo que algunos bancos llaman "autenticación reforzada" y que se introdujo por vez primera en la Directiva Europea 2015/2366 "sobre servicios de pago en el mercado interior", también conocida como PSD2. Básicamente, el objetivo de esta directiva no es otro que "reforzar la seguridad" para evitar prácticas de suplantación de personalidad y otros fraudes a los que estamos expuestos en internet.

Gracias a estas medidas todas las entidades bancarias están obligadas a realizar verificaciones extra, además de solicitarnos nuestra contraseña para acceder a su servicio, como son los códigos de un único uso que nos llegan a través de SMS, en el móvil, o la autorización de las operaciones solicitadas a través de apps que verificación en dos pasos, etc. Como siempre, recuerda que cualquiera de estas claves que recibimos cuando estamos llevando a cabo una operación online no se debe compartir con nadie. Así blindaremos nuestro dinero y la operativa con nuestro smartphone será completamente segura.

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