Poner Wi-Fi en el coche si tu vehículo no lo trae de fábrica

Soluciones de Internet en segundas residencias, ¿me llevo el router a la playa?

Al volante, cuantas menos distracciones tengamos, mejor. Sin embargo, cada vez encontramos vehículos con más y más tecnología que, dependiendo como se use, nos puede ayudar a conducir mejor, o a distraernos más. Y lo más probable es que seguramente hayamos visto, en concesionarios o en la televisión, coches que vienen con Wi-Fi incorporado. ¿Cómo nos puede ayudar tener Wi-Fi en el coche? La respuesta es fácil: no es para nosotros, sino para los acompañantes.

Tener una conexión Wi-Fi en el coche sirve, básicamente, para que el copiloto, o los acompañantes de los asientos de atrás, puedan estar conectados mientras viajamos. A través de esta conexión pueden ver las redes sociales, ver vídeos e incluso jugar online. Cualquier móvil, o consola portátil, puede conectarse a través de esta conexión mientras viajamos de manera que pueda usarse como un “elemento recreativo”.

Vehículos con wifi incorporado

Aunque aún el Wi-Fi para el coche no es algo que esté muy extendido, hay varios fabricantes que ya nos ofrecen esta posibilidad, al menos en sus modelos más altos de gama.

Uno de los primeros en ofrecerlo fue Opel con su tecnología OnStar. Además, también hay otros fabricantes que han empezado a dar los primeros pasos dentro de este tipo de tecnología, como Toyota, Volvo, BMW o Audi. Cada fabricante cuenta con su propia tecnología para dotar a los vehículos de Internet. Los más conocidos son:

  • Car Hotspot LTE (de BMW)
  • OnStar (de Opel)
  • Audi Connect (de Audi)
  • Sensus Connect (de Volvo)
  • On Call (de Volvo)
  • Toyota Hotspot (de Toyota)
  • InControl (de Land Rover y Jaguar)

Esta tecnología no solo permite que los demás ocupantes del coche se conecten a Internet, sino que también se aprovechan de la SIM y el 4G para hacer uso del navegador. Por ejemplo, los mapas, o si escuchamos música en streaming a través de Spotify o plataformas similares.

Poner Wi-Fi en los coches se consigue de forma sencilla. El fabricante llega a un contacto con un operador y, a través de un módem 4G, se conecta a la red y se ofrece conexión inalámbrica dentro del coche. Los modelos más antiguos lo hacen a través de una SIM, como un móvil, y los más nuevos ya hacen uso de la tecnología e-SIM.

Comprar un coche con Wi-Fi es lo más rápido y sencillo. Pero tiene sus inconvenientes. Principalmente estaremos atados a una compañía (la cual no podemos elegir) y a una tarifa cerrada del fabricante. Esta tarifa puede tener limitaciones de tráfico, o subir de precio en cualquier momento. Y al ser una característica propia del vehículo y el fabricante, no nos queda otra que aceptarlo, o desactivarlo.

Opciones de wifi en tu vehículo si aún no lo lleva instalado

Si queremos instalar Wi-Fi en el coche, no tenemos por qué comprar un coche nuevo. Por suerte, existen muchas opciones que nos van a permitir dar conexión a Internet dentro de nuestro coche, aunque todas ellas lo harán a través de una red 4G.

Por un lado, una de las formas más rápidas de hacerlo (sobre todo para uso esporádico, donde no queremos gastar en dispositivos nuevos) es convertir nuestro móvil en un punto de acceso. Tanto Android como iOS nos permiten compartir el Internet de nuestro móvil con otras personas. Por lo tanto, podemos aprovechar nuestra conexión 4G para que otros se puedan conectar a través de nuestro móvil. Eso sí, debemos tener cuidado tanto con la batería (recomendamos tener el móvil conectado) como con la tarifa de datos. Si abusan mucho de nuestro punto de acceso, fácilmente nos quedaremos sin datos lo que queda de mes.

Otra opción a la que podemos recurrir para poner Wi-Fi en el coche es a un módem 4G. Estos módems nos permiten introducirles una tarjeta SIM, la que nosotros queramos (la de nuestro móvil, o una que contratemos específicamente para el coche) y se encargarán de dar conexión a todos los ocupantes del vehículo.

Podemos encontrar módems 4G que van conectados al mechero del coche, de manera que no ocupen mucho espacio ni dependamos de baterías ni otro tipo de alimentación adicional. Y también podemos recurrir a módems completos, con batería o pensados para alimentarse a través de un puerto USB, que suelen ser más caros. La ventaja de estos últimos es que, además de poder usarlos en el coche, podemos usarlos también fuera de él.

Algunos de los módems 4G que podemos conectar a nuestro coche son:

  • TP-Link M7350
  • Huawei E5573C
  • CarFi E8377
  • Netgear AC785

La mayoría de los módems 4G LTE suelen ofrecernos velocidades de hasta 150 Mbps, y permiten tener conectados hasta 8 dispositivos al mismo tiempo. Mientras tengamos una tarifa con megas suficientes, no deberíamos tener problemas en este sentido.

¿Tener Wi-Fi en el coche me garantiza tener Internet siempre?

Hay gente que piensa que, si tiene Internet en el coche, va a poder estar todo el viaje conectado. La verdad es que esto no es así. Tanto si el coche lo trae de fábrica, como si lo hemos instalado nosotros usando una de las anteriores alternativas, siempre vamos a estar atados a la cobertura móvil.

Los módems, igual que los móviles, pueden darnos hasta 150 Mbps de velocidad. Sin embargo, esta velocidad puede reducirse en función de la cobertura que tengamos y el número de usuarios que haya conectados a la vez. Es más, si perdemos la conexión 4G solo podremos estar conectados por 3G (recuerda, una red móvil mucho más lenta). Y, por supuesto, si pasamos por zonas sin cobertura (por ejemplo, en tramos rurales), obviamente no tendremos Internet.

Por lo tanto, tener Wi-Fi en el coche nos va a permitir estar conectados mientras viajamos, y conectar otros dispositivos (consolas, tablets, etc.) que no tengan opción para tarjeta SIM. Pero no es ninguna garantía de que vayamos a estar todo el trayecto en coche conectado y navegando a máxima velocidad.

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